la guerra no es una cámara lejana
una noche
y destellos de color en el cielo
todos terminamos la guerra muertos
unos muertos que siguen
otros que celebran
unos muertos
muertos
que ya nos respiran
y unos que caminan
esquivan ruinas
buscan ojos conocidos
y como nadie es ya el que era
vagan solos todo el camino
hoy
dosmiltres años de era cristiana
la guerra tiene la cara de un presidente imbécil
ignorante-fascista hijo de otro hijo de puta
sucesor de un payaso
amigo de otro cara de piedra con delirios de grandeza
presidente y ciudadano medio
de una nación de consumidores de grasa
el presidente idiota habla por la tele
y los de la tele lo admiran
anotan todo
le hacen un cartelito
un reloj digital enorme
para que el miserable sepa cuando lanzar la primera
bomba
cuando me descubro espectador y cómplice
me arranco el corazón del pecho
y se lo doy de comer al gato.